03 enero 2008

Infinita juventud

Como para recordarle al mundo que somos unos pendejos todavía, nos hicimos los rebeldes todo este tiempo y no escribimos. Después nos secamos y vienen las autoquejas y reproches a uno mismo.
Yo voy a contarles un secreto, no vale divulgarlo, el que lee, lee, y el que no, se jode. Es que cuando un grandote de esos post (de posterior, no de texto subido al blog) homo erectus nos manosea a veces nos dan tantas cosquillas que la caligrafía es de complicadísima lectura. No existen los que tienen letra más linda. Son los que nos toman (de agarrar, no de beber hasta caer más abajo que el sueli) como se debe, por otro lado, somos narcisoides (¿de dónde habremos aprendido eso?) y el roce nos despinta un poquito.
Es una lástima que nadie lea esto, es una dicha que pueda escribir esto.

Escrito por franco a las 9:20 p. m.   2 comentarios

2 Comentarios:

At 7/1/08 9:40 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

En la autocomplacencia de nuestra desdicha siempre descubrimos que hay alguien más allá y nos fastidia el cuento porque nos lee. No se puede escribir para la ignorancia. No en Internet.

 
At 20/7/09 8:15 p. m., Blogger agusto dijo...

si hay gente que lee esto.

no está todo dicho.

 

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