Revolución Fibrona
¡Suenan las trompetas! ¿No las oyen? Sordos y ciegos, intentan evolucionar a los crayones y hacerlos no tóxicos. Mientras tanto, la industrialización y la producción en cadena nos hace más.
¡Que sigan sonando las trompetas! No es díficil imaginar el día en que fibrones indelebles kamikazes irrumpan en la casa blanca y le dibujen bigotitos a bush.
¡Miles de fibrones marcharan por las calles al unísono del destape de sus capuchones, enterrando este silencio iluso!
No falta mucho: rudos marcadores comando entraran por sus cañerias y cloacas, y a travéz de sus inodoros se les incrustarán en el culo manejando, de una vez por todas, este mundo de desorden y cataclismos; así las calles, de colores, volveran a lucir una sonrisa dibujada.